martes, 2 de abril de 2013

Galletas de mantequilla

¡Buenas tardes! Estas fiestas he tenido tiempo para poder ordenar las fotos de todo lo que he cocinado estas últimas semanas, así que aquí os traigo las galletas comodín ¿por qué comodín? porque tienen sabor a mantequilla y depende el grosor y tiempo de cocción sirven como galletas, pastas de te o galletas para decorar ¡son un todo en uno!

Si habéis visto otras recetas, utilizo la mitad de harina de lo que sería proporcional ¿por qué? porque quedan más tiernas y porque hasta que tenga una amasadora, mis brazos no dan para poder meter más harina en la receta, ya me diréis ya...


¡Cuidado con las cantidades que con estas os salen para unas 30-40 galletas! (o 60 como las hagáis muy finas)

Ingredientes:
- 125 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 125 g de azúcar
- 75 g de clara pasteurizada
- 175 d de harina tamizada (si no sabemos lo que es pulsamos aquí)
- Un poco más de azúcar para decorar (opcional)

 Utensilios:
- Un bol grande
- Rodillo
- Papel de horno
- Horno
- Espátula de silicona
- Nevera
- Cortador para galletas
- Estampador de galletas (opcional)


Primero:
Ponemos la mantequilla (si tu mantequilla está directa de la nevera pulsa aquí) y el azúcar en el bol y mezclamos bien hasta que sea una masa homogénea.

Segundo:
Añadimos la clara pasteurizada y mezclamos, pero notamos que no liga así que debemos empezar a añadir harina, lo haremos poco a poco y mezclando bien hasta que notemos que tenemos que seguir con las manos.
Amasamos bien la mezcla hasta que no se nos pegue a las manos (lo conseguiremos a base de amasar).
Cuando tengamos la mezcla bien hecha la partimos en dos o en cuatro porciones con un cuchillo para que nos sea más fácil de manejar en el paso siguiente.

Tercero:
Colocamos una hoja de papel de horno encima de la mesa, ponemos una porción de la masa encima y ponemos otra hoja de papel de horno encima de la porción de la masa.
Con el rodillo por encima de la segunda hoja de papel de horno, estiramos nuestra porción de masa hasta que nos quede del grosor deseado.

NOTA: con el rodillo de madera tradicional, os quedarán más gorditas y con un rodillo de este tipo os quedarán más finitas y todas iguales.

Cuarto:
Sin quitarle los papeles de horno, ponemos la masa estirada en la nevera a enfriar 15 minutos, esto hará que conserve las formas de los cortadores bastante bien (que para algo invertimos en cortadores ¿no? :P )

Quinto:
Ponemos el horno a calentar a 160 ºC arriba y abajo.
Sacamos la masa estirada de la nevera, la colocamos sobre la mesa y le quitamos el papel de horno que tiene por encima (el de abajo lo dejamos).
Seleccionamos nuestro cortador y empezamos a cortar, intentamos aprovechar bien (no dejar mucho hueco entre corte y corte) porque la masa que sobre y volvamos a amasar y estirar, no estará tan tan bien como esta primera.
Conforme vamos cortando y sacando las galletas, las vamos colocando encima del papel de horno que le acabábamos de quitar a la masa estirada, hasta que tengamos las que nos caben en la bandeja del horno.

Sexto:
Si queremos decorarlas con azúcar, ahora es el momento de espolvorear el azúcar por encima, al salir del horno no se agarra casi el azúcar y al girar la galleta se cae todo, lo cual es una incomodidad tremenda.
Las metemos al horno 8 minutos y cuidado no nos vamos muy lejos que a partir de los 5 minutos es cuestión de segundos tener una galleta buenísima a tener una calcinada.
Cuando las vemos doraditas por los bordes suele ser el momento de sacarlas, la primera vez que hagamos nos dejará claro cual es nuestro momento para sacarlas ¡para gustos colores!

Espero que os animéis a hacer unas galletitas, salen muy buenas y son muy fáciles de hacer ;)

Besetes!!

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